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ספרדית 1

Kibutz ASHDOT-YA'ACOV

PASADO Y FUTURO

Los pioneros letones y rusos se establecieron en el kibutz Guesher en 1924. Eran visionarios con el deseo de crear una sociedad libre e igualitaria en la que todo el mundo trabajaría y contribuiría a la formación del asentamiento judío en Palestina. El valle del Jordán de aquellos tiempos era muy diferente al de hoy en día: era un cañón polvoriento bañado por un sol abrasador; una tierra estéril y sin árboles a la vista. El río Jordán que circulaba por debajo era un rayo de esperanza con forma de adelfas y juncos que permitían vislumbrar un futuro. Tras diez años de ardua lucha para crear una nueva sociedad en medio del calor sofocante y las enfermedades, los colonos se trasladaron desde el viejo Guesher hacia a un nuevo lugar, que en ese entonces era conocido como Dalhamia.

En la década de 1940, Ashdot Ya’acov se convirtió en uno de los kibutz más grandes y más destacados. La actividad agrícola floreció y la industria comenzó a desarrollarse. Las diferencias ideológicas dieron lugar a una división en el movimiento de los kibutz de los años 50, y muchos de ellos se dividieron entre Ichud y Meuchad. Así es como nació Ashdot-Ya’acov Meuchad. Tras la ruptura había menos gente en Ashdot y el kibutz ingresó en una era de dificultaes económicas (al igual que el resto del país, donde se vivieron tiempos de austeridad), pero la comunidad se unió y salió de la crisis más fuerte aún.

Los campos de batalla de la Guerra de Desgaste de 1968-1970 tuvieron lugar justo fuera del kibutz, por lo que la vida transcurría en medio de sirenas y prolongadas estancias en los refugios. A pesar de las dificultades, los miembros del kibutz no se rindieron, sino que continuaron arando los campos y cuidando de las viviendas. Se inauguró la planta de plásticos LOG que hasta el día de hoy es la principal fuente de ingresos de Ashdot.

Actualmente Ashdot es hogar de la cuarta generación de residentes del kibutz, que evoluciona con los tiempos que corren y se adapta a la nueva realidad de la aldea global. El nuevo milenio en el kibutz probablemente comenzará de manera muy diferente de la forma en que comenzó el siglo XX. Miramos al futuro valorando nuestra herencia, con muchos miembros altamente calificados que alcanzan logros a nivel individual y nacional y continúan haciendo realidad la visión del fundador.

Nuestra posada rural es un humilde homenaje a los primeros pobladores de Ashdot Yaacov. Cada habitación lleva el nombre de una de las actividades pasadas y presentes del kibutz, y están decoradas en consecuencia. Es nuestro deseo que de esta manera puedan disfrutar no sólo de unas tranquilas vacaciones, sino también que tengan una visión histórica.

Cómo nació la Posada Rural

El sitio en el cual se encuentran los apartamentos de la posada rural tienen una historia tortuosa. Las casas fueron construidas hace unos cuarenta y cinco años para los niños de la escuela secundaria, quienes naturalmente pasaron de dormir en las barracas comunes a la sociedad adulta. Estas casas fueron testigos mudos de primeros amores, miradas de anhelo, jóvenes que volvían de trabajar o estudiar y se ponían a debatir acaloradamente sobre liderazgo y los comités, y se encontraban todos juntos sentados en los refugios en el momento en que cohetes Katyusha atacaron la zona del kibutz.

Cuando se construyeron nuevas viviendas para este grupo, los voluntarios se mudaron a ellas. Eran jóvenes provenientes de todas partes del mundo que querían probar la vida del kibutz. Muchos de nosotros recordamos a voluntarios que permanecieron mucho tiempo e hicieron aportes significativos al trabajo y la vida social del kibutz. Cada Día de Acción de Gracias rellenaban un pavo, y sus fiestas para fin de año siempre fueron divertidísimas. También hubo, por supuesto, historias de amor y algunos voluntarios llegaron a quedarse y establecerse con nosotros aquí.

Esta época también llegó a su fin y las casas fueron entregadas a jóvenes residentes del kibutz que se tomaban un año de descanso. El kibutz comenzó a cambiar; la nueva generación de jóvenes quería conocer lugares y ver el mundo. Para que pudiese regresar, el kibutz les permitía trabajar para otros kibutz y ahorrar dinero para viajar. Las condiciones cambiaron y hoy en día los jóvenes residentes del kibutz pueden trabajar y ganar un sueldo en Ashdot. Sin embargo, durante este tiempo no se consideran miembros del kibutz. Esto les da a los jóvenes la oportunidad de probar otras formas de vida y decidir dónde quieren establecerse.